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Lo primero de todo es hablar de como funciona el ojo de halcón. El revolucionario sistema, fue desarrollado en 2001 en Reino Unido. Utiliza una red de cámaras de alta velocidad -suelen ser diez- para seguir los movimientos de la bola, por triangulación se sabe su posición, esta es procesada por ordenador. Luego, compara la información obtenida por dos cámaras al instante para calcular en que lugar se encuentra. Así que, genera un gráfico, al vuelo, de la bola. Se introdujo en el tenis en 2006.
En caso de duda, entre el tenista y los jueces -ya sea el de línea o el de silla- se puede pedir el ojo de halcón tres veces por set. Es difícil que este sistema falle, su margen de error es de tan sólo: 3 milímetros.
En casi todos los torneos sobre cemento el ojo de halcón está presente, implantar este sistema cuesta unos 50.000 euros, sólo hay 3 oficiales que se trasladan de torneo en torneo. Incluso se ha llevado a pistas de tierra batida, algunos torneos sobre esta superficie lo tienen, otros no porque al ser en arcilla el bote de la bola se queda en pista. Con el paso de los años el ojo de halcón se ha ido consolidando y siendo más efectivo, aún así sigue habiendo quejas, pero en menor cantidad. Antes de que se introdujera, había muchas disputas sobre donde había caído la bola, si dentro o fuera, y gracias al ojo de halcón ya prácticamente no las hay, aunque en tierra batida -en torneos donde no está el ojo de halcón- las hay ya que, a veces, el juez de silla y el tenista no están de acuerdo, porque la bola no se quedó marcada bien, y no se sabe perfectamente. Pero, en cemento y en hierba, sólo hay que pedirlo -el llamado 'challenge'- para saber quién lleva la razón, por lo que o se repite el punto o se cambia la decisión del mismo.
Ha sido un gran avance para el tenis y para el deporte, ya que también se utiliza en otros deportes como el cricket y el fútbol. El ojo de halcón es una de las herramientas tecnológicas más importantes en el ámbito deportivo.
