Rafa Nadal supera a Tsitsipas en la final del Barcelona Open-Trofeo Conde de Godó y suma su undécimo título en la ciudad condal
Rafa Nadal batió a Stefanos Tsitsipas sin contemplaciones. El español ganó al joven prometedor griego por 6-2 6-1 en una hora y dieciocho minutos de partido y se alzó, por undécima vez, con el título del ATP 500 de Barcelona (2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2016, 2017, 2018), Una absoluta locura, aún más sabiendo que venía de conquistar Montecarlo, también, por undécima ocasión. Y quiere hacer lo propio en Roland Garros.
Por lo que, el famoso baño del campeón en la piscina lo hizo por undécima vez. Se trata de su 77º título ATP (igualando a McEnroe), de los cuales 55 son sobre tierra batida, esta semana se apuntó su victoria número 400 sobre tierra batida, además ya lleva 46 sets consecutivos ganados sobre tierra batida.
La tensión que sentiría Tsitsipas y los nervios de Rafa por lograr ganar por 11ª vez el Conde de Godó, se ampliaron más de lo debido, ya que el encuentro de retrasó un poco por la lluvia. En cuanto tocó la bola el mallorquín mantuvo la calma de todo un campeón, pero el griego, que nunca había llegado aún a una final ATP, le pasó factura la tensión -humana- de tener 19 años, jugar tu primera final ATP y tener al otro lado de la red al mejor tenista en arcilla de la historia. Complicado no estar tenso. Nadal dijo que Tsitsipas es un fantástico jugador pero que ''necesita madurar. Me he dado cuenta muy rápido de cómo debía jugarle para hacerle daño y él no ha encontrado armas para contrarrestarme''.
Una y otra vez sigue superándose. ''Lo que he logrado es muy difícil. Creo que es algo que ya se está apreciando, pero que se apreciará más todavía con el paso de los años. Si yo lo he hecho, es posible que algún otro jugador pueda
repetirlo, pero no sé si yo lo veré'', dijo Nadal, acerca de su carrera deportiva.
''Igual el límite está en 11. Las cosas no se pueden prever y menos en el deporte. Hacer una predicción de lo que puede o no pasar no es válido, hay demasiadas cosas que influyen. Las cosas van bien y en un segundo se pueden torcer, o van muy mal y en un momento se ponen bien. Le tengo máximo respeto a todo lo que puede ocurrir mientras intento valorar todas las cosas que me van ocurriendo. Estoy siempre preparado para que las cosas tomen un rumbo peor, para asumir las adversidades e intentar superarlas'', comentó el número uno del mundo.
Un número uno ATP que ha mantenido esta semana gracias a su título en Barcelona. El suizo Federer (aunque no pise la tierra batida tampoco esta temporada) está acechando y cualquier tropiezo del español en arcilla (algo, hoy día, casi inesperado) podría devolver el número uno a Roger. Nadal en dos semanas defiende título en Madrid, luego irá a Roma (de donde data su última derrota en arcilla, ante Thiem) y, más tarde, a defender su título en Roland Garros e intentar cazar su undécima Copa de los Mosqueteros. Una locura.
''Ahora hay que seguir muy centrado, pensando en Madrid, Roma y Roland Garros. Después de Wimbledon ya me tomaré el descanso'', indicó Nadal. La bestia de la arcilla va a por todas.
Rafa Nadal ha arrasado en Montecarlo y ha conquistado el torneo por undécima vez tras batir en la final a Nishikori
Doce finales; once de ellas, ganadas. Once títulos; 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2016, 2017, 2018. Ese es el balance de Nadal en el Principado. Se dice pronto, pero es una hazaña lograda en Montecarlo por el mejor jugador de la historia en tierra batida. Nadie ha ganado once veces un mismo torneo. El tenista balear, Rafael Nadal, derrotó en la final del Masters Mil de Montecarlo al 'renacido' Kei Nishikori por 6-3 6-2 en 1 hora y 34 minutos, logrando así su primer título del año 2018 (un curso que había estado, hasta ahora, marcado por sus molestias físicas), y su título ATP número 76 y su 31º Masters Mil. En una semana en la que, además, ha barrido de la pista a: Aljaz Bedene (6-1 6-3), Karen Khachanov (6-3 6-2), Dominic Thiem (6-0 6-2) y, en semis, a Grigor Dimitrov (6-4 6-1).
Un auténtico ciclón que ha arrasado en Montecarlo, y que continúa siendo el número uno del ránking ATP. Un vendaval que ha revalidado el título en Montecarlo, un objetivo que desea en Barcelona, Madrid y Roland Garros. ¿Lo conseguirá? La gira de tierra batida comienza para un Nadal que se impone con contundencia y asusta a sus rivales.
En la final, un guión visto en muchas ocasiones: el rival de Nadal en arcilla (en este caso Nishikori) comienza con muchas ganas, luchando (en este caso, llegó a hacer hasta un break en los primeros juegos) y queriendo dar guerra, sin embargo, poco a poco Nadal va desactivando a ese rival que, ingenuo, creyó que podía pararle. El ritmo que impone Nadal, en la mayoría de partidos sobre tierra batida, es impresionante.
''Llevo quince años viniendo a disputar este torneo y cada temporada es igual de especial que la anterior, disfruto de cada momento que paso en estas pistas, en este precioso lugar. Ha sido una gran final, una gran semana. Es todo fantástico'', comentó Nadal. ''Ver esas imágenes con mis victorias del pasado ha sido muy emocionante, ¡qué viejo soy! Es increíble pensar en la idea de poner un nuevo título de Montecarlo en mis vitrinas, el número once. Es realmente algo muy especial'', dijo un sonriente Rafa Nadal.
''Para mí son las mejores sensaciones posibles para comenzar esta gira de tierra, ganando una serie en la Davis y ganando el título en Montecarlo sin ceder un solo set'', afirmó el balear.
Nadal, el rey absoluto de Mónaco. Nos espera un gira de tierra batida apasionante.
David Ferrer selló el pase de España a las semifinales de la Copa Davis en un emocionante quinto punto contra el germano Philipp Kohlschreiber
Ferrer abrió el pasado viernes la eliminatoria de cuartos de final contra Alemania en su tierra; Valencia. David se llevó un varapalo; Zverev le batió en casi dos horas por 6-4 6-2 6-2. No salió bien, no fue el día. En 'tu' casa sabe peor, en una competición con la que tanto te has comprometido, sabe peor. Tras él, Nadal ganó a Kohlschreiber en tres mangas. El primer día de la eliminatoria concluyó 1-1. El sábado, con el dobles, también hubo un varapalo para España; tras 4 horas y 38 minutos, Feliciano y Marc López sucumbieron en cinco sets ante Struff y Puetz. Se complicaban las cosas, Alemania se adelantaba 2-1.
En el último día de eliminatoria, Nadal se comió a Zverev por 6-1 6-4 6-4 en poco más de dos horas. Empate a dos y al quinto y definitivo punto. La responsabilidad recaía en Ferrer, por parte española, y en Kohlschreiber, por parte germana. Quien ganase mandaría a su país a las semis de la Copa Davis. Presión extra para Ferru; jugaba en su país, y en su tierra, en Valencia. No podía fallar, lo iba a dar todo, era su oportunidad para convertirse en el héroe, con 36 años, y lograr una recompensa tras tantos años en esta competición y tras unos últimos años un poco complicados en su tenis. Y no falló.
Y, por supuesto, David lo iba a lograr 'a lo Ferrer': batallando. Fue una auténtica batalla de cinco horas en la que ninguno quiso tirar la toalla y David apretó en la recta final. El marcador lo resume bien: el primer set; 7-6(1) para el español, el segundo; 3-6 para 'Kohli', el tercero 7-6(4) para Ferrer, el cuarto; 6-4 para el germano y el quinto set 7-5 para David. Espectacular.
Acerca del partidazo, el alicantino explicó que ''intentar aceptar los fallos, intentar luchar los puntos, tener fe, ser positivo, que el capitán te ayude, que el equipo te ayude, y todo el público te ayude. Si no hubiera sido por vosotros [el público], no hubiera ganado''.
''Gracias a todo el público. Para mí es un día inolvidable. Un día muy especial. Realmente no sé cómo lo he hecho, he intentado darlo todo. Esta competición ha sido lo máximo que me ha pasado en mi vida y para mí el broche de oro ha sido poder jugar en la plaza de toros de Valencia ante toda mi gente, ante mi familia, mis amigos, mi futura mujer, mi hijo que nacerá en una o dos semanas'', comentó Ferrer.
Épica remontada del equipo español de Copa Davis ante Alemania (del 1-2 al 3-2) para lograr el pase a las semifinales de la competición, una competición que plantea renovarse (drásticamente) para el 2019 y que, tras la eliminatoria entre España y Alemania, mucha gente duda aún más de si, al final, es necesario dicho cambio. Veremos qué sucede. Eso sí, está eliminatoria, la atmósfera pura y dura de la Davis, es inolvidable. La hazaña de David quedará para siempre.
Del 14 al 16 de septiembre, a España le espera una cita con Francia en busca de la final de la Davis, esta vez, toca ser visitantes. La otra semifinales será: Croacia vs Estados Unidos. Sólo se volvería a jugar en España si se derrota a Francia y en la final nos toca Croacia.
