Roger Federer estuvo perfecto: deslumbró con su revés, dio muestras de su enorme precisión y jugó agresivo, sobresaliente también su drive. Sin duda, lo que buscó —y logró— fue imponer su ritmo, es decir, terminar cada punto lo antes posible. Con 35 años no quiere desgastarse y la única manera de alargar más su carrera deportiva es haciendo eso precisamente. Indian Wells no presenció nada de lo que disfrutaron en Melbourne hace menos de dos meses, en aquella final espectacular. Esta vez Federer dio una lección de tenis y resolvió el encuentro en poco más de una hora, con un revés exquisito; Nadal le tiró mucho al ese golpe, sin embargo, el suizo no padeció el problema histórico ante Nadal y se desenvolvió estupendamente con su revés. El español quiso recurrir a lo de siempre (bolas altas al revés de Federer), pero el suizo abrumó con su juego, tanto que firmó 26 winners por sólo 10 del mallorquín.
El servicio y el revés, la clave de la victoria de Federer. Además de que Nadal no supo encontrar un salida ante las embestidas del de Basilea, y acabó convirtiéndose en un monólogo del campeón de 18 Grand Slam. ''Es una fantástica sensación poder ganar los últimos tres duelos ante Nadal'', reconoció Federer, además de poner su final en Australia como ejemplo para volver a batir a Rafa: ''Para mí todo dependía de jugar como lo hice en Australia. No pensaba que fuera a ser posible, para ser honesto, porque en esta pista la bola bota más, así que es más complicado coger la bola''. También ha admitido estar impresionado con la victoria de Kyrgios sobre Djokovic.
Federer no para de sorprendernos. Ha conseguido vencer por tercera vez consecutiva a Nadal (Basilea 2015, Australia e Indian Wells 2017), algo que no había hecho nunca; en una rivalidad que perdura ya 13 años, y que tiene un balance de 23-13 para el español. Lo más increíble es —aparte de su título en Australia— que Federer se ha lucido, se ha dado un paseo, ante el rival que más quebraderos de cabeza le ha dado, el cual no estaba jugando mal esta temporada, y hay que subrayar que Roger cumple este año 36 años. El mundo del tenis está de enhorabuena: seguimos viendo Federer-Nadal (más de una década después) y el primero está a un nivel extraordinario. Veremos qué hace ante Kyrgios, tras lo de hoy podría relajarse y el australiano es capaz de todo.
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