''Nadal es 'malo' en hierba''

Parece que hay cierto tópico sobre Rafa Nadal y su juego sobre hierba, ¿Juega mal el español sobre césped?

Foto: @ATPWorldTour_ES

A tenor de sus últimos años sobre hierba, especialmente en Wimbledon, parece que se ha extendido una especie de cliché sobre que Rafa Nadal no vale para jugar sobre césped. Al español no le ha ido bien en el tercer Grand Slam del año últimamente, sus últimos resultados en Wimbledon han sido los siguientes: Cuartos de final en 2017, no disputó el torneo en 2016 por lesión, en 2015 perdió en segunda ronda, hasta octavos de final llegó en 2014, en 2013 cayó en primera ronda, y en 2012 se despidió en segunda ronda. Es decir, Nadal ha perdido últimamente en Wimbledon ante tenistas como Muller, Brown, Kyrgios, Darcis o Rosol. En esos años sólo alzó un trofeo sobre hierba: el ATP 250 de Stuttgart, ante Viktor Troicki en la final. 

La realidad es que la gira de hierba es muy corta, dura poco. El gran estandarte es Wimbledon, con mucha distancia sobre el resto de torneos. Wimbledon es de lo más prestigioso del tenis mundial. Ganar allí es de lo más importante que le puede pasar a un tenista en su carrera deportiva. Además, el hecho de que sea una gira corta, tras la de tierra batida, provoca que tenga, quizá, una relevancia un poco mayor. La dificultad de pasar de la arcilla al césped, con muy pocas semanas (y, para algunos, con muy pocos días) de transición, es algo a tener en cuenta. Por ejemplo, nada más concluir Roland Garros, comienza Stuttgart y 's-Hertogenbosch (en juego esta semana del 11 de junio), los dos primeros torneos de dicha gira. Federer, que está participando en Stuttgart, renunció a jugar la gira de tierra batida, por segundo año consecutivo, para prepararse mejor los torneos de su superficie predilecta. 

Nadal en su debut el año pasado en Wimbledon

Nadal suma cuatro trofeos sobre hierba; Wimbledon (2008, 2010), Queens (2008; venciendo en la final a Djokovic) y Stuttgart (2015). Estamos hablando de que posee dos títulos de Wimbledon. No hay nada más que recordar que el tenis español lleva en sus entrañas la tierra batida, y que la hierba nunca fue el punto fuerte de los españoles, de hecho, en Wimbledon tan sólo Manolo Santana (1966), en masculino, y Conchita Martínez (1994) y Garbiñe Muguruza (2017), en femenino, han tocado la gloria en la catedral del tenis. Así que ningún español ha sido capaz de coronarse dos veces en Wimbledon. Nadal, lo ha hecho. Un Santana que se propuso sí o sí conquistar el título del Grand Slam parisino, tanto que se marchó a vivir a Londres y a Irlanda para aprender a jugar mejor sobre césped.

Nadal tiene un pelín más de mérito, digamos, su título en 2008 cobró una mayor dimensión: derrotó en la final a Roger Federer (6-4 6-4 6-7 6-7 9-7) en uno de los mejores partidos de la historia del tenis, un partido épico de casi cinco horas de juego. En 2010 volvió a reinar en el All England Tennis Club, tras vencer en la final a Tomas Berdych (6-3 7-5 6-4). La cosa no queda ahí, no sólo ha conquistado Wimbledon en dos ocasiones, además ha jugado allí cinco finales (dos ganadas; 2008 y 2010). Nadal ha quedado como subcampeón en Wimbledon tres veces: 2006 y 2007; ambas perdidas ante Federer (0-6 6-7 7-6 3-6, y 6-7 6-4 6-7 6-2 2-6, respectivamente), y la de 2011 ante Djokovic (4-6 1-6 6-1 3-6). Se puede decir, perfectamente, que Nadal es el mejor tenista español que ha habido sobre césped. 

Por tanto, eso de que ''Nadal es 'malo' en hierba'' no tiene sentido alguno. Más allá de que no sea su superficie predilecta, los números de Nadal sobre polvo de ladrillo lo eclipsan todo, pero no hay que olvidar que tiene dos títulos en Wimbledon. 

Federer y Nadal en la ceremonia de trofeos de Wimbledon 2008

Esta semana se ha conocido que Nadal renuncia a jugar en el ATP 500 de Queens, por lo que, llegará a Wimbledon sin rodaje en hierba, aunque con una preparación buena, a priori. Parece que va a prepararse con ambición para Wimbledon, y será en Mallorca. Aunque se especula con que podría renunciar también a jugar en Wimbledon. Tras la impecable e intensa gira en arcilla, ha creído conveniente no disputar Queens (semana 18 junio). A priori, se va a preparar para Wimbledon y podría jugar antes algunas exhibiciones.

''Ha sido una temporada de tierra muy larga para mí, con excelentes resultados. Me gustaría pedir perdón a la organización del torneo y sobre todo a los aficionados que esperaban verme jugar, pero he hablado con mis doctores y necesito escuchar a mi cuerpo'', comentó Nadal sobre su decisión de no ir a Queens.

Nadal es un animal competitivo. Lo vemos en una anécdota que cuentan Rafael Plaza y Antonio Arenas en el libro 'Rafa & Roger', muy recomendable. Durante la celebración del Conde de Godó, un joven Nadal preguntó a Carlos Moyà: ''¿No vas a Wimbledon?'', a lo que Moyà respondió: ''No''. Así que, Nadal, ante la negativa respuesta, dijo: ''¿Y tú quieres ser número uno del mundo? No lo entiendo''. Moyà sólo llevaba 4 victorias en 6 participaciones en Wimbledon y era todo un ''suplicio'' para Carlos jugar ''sin las armas adecuadas y sin la preparación idónea''. Moyà prefirió, digamos, esperar a que el futuro diera una lección a Rafa, y éste entendiera lo mal que algunos lo pasan en hierba, y el por qué, nunca había ganado dos partidos seguidos en Wimbledon (lo acabó logrando en 2004). Sin embargo, cinco años después Nadal alcanzó la final en Wimbledon. 

Nadal en su 1ª participación en Wimbledon, en 2003 donde logró dos victorias, llegando a 3ªR

Moyà, actual entrenador de Rafa, acabaría llegando a octavos de final en Wimbledon (2004). Otros españoles, como Ferrero, logró dos cuartos de final (2007, 2009) o como Feliciano López; que llegó a cuartos tres veces en Wimbledon (2005, 2008, 2011) y tiene tres títulos sobre césped; Eastbourne en dos ocasiones (2013, 2014) y Queens (2017). 

En definitiva, el tenis español no ha destacado por ser excelente en hierba, aunque en dicha superficie lo haya intentado y, a base de esfuerzo, haya sacado cosas muy buenas. Rafa Nadal tiene dos trofeos de Wimbledon, lo cual es un logro enorme, que no se puede olvidar porque le haya ido relativamente mal o regular en las últimas temporadas.