domingo, 29 de abril de 2018

Nadal ya lleva 11 baños en el Godó

Rafa Nadal supera a Tsitsipas en la final del Barcelona Open-Trofeo Conde de Godó y suma su undécimo título en la ciudad condal

Foto: @ZubiTennis

Rafa Nadal batió a Stefanos Tsitsipas sin contemplaciones. El español ganó al joven prometedor griego por 6-2 6-1 en una hora y dieciocho minutos de partido y se alzó, por undécima vez, con el título del ATP 500 de Barcelona (2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2016, 2017, 2018), Una absoluta locura, aún más sabiendo que venía de conquistar Montecarlo, también, por undécima ocasión. Y quiere hacer lo propio en Roland Garros. 

Por lo que, el famoso baño del campeón en la piscina lo hizo por undécima vez. Se trata de su 77º título ATP (igualando a McEnroe), de los cuales 55 son sobre tierra batida, esta semana se apuntó su victoria número 400 sobre tierra batida, además ya lleva 46 sets consecutivos ganados sobre tierra batida

La tensión que sentiría Tsitsipas y los nervios de Rafa por lograr ganar por 11ª vez el Conde de Godó, se ampliaron más de lo debido, ya que el encuentro de retrasó un poco por la lluvia. En cuanto tocó la bola el mallorquín mantuvo la calma de todo un campeón, pero el griego, que nunca había llegado aún a una final ATP, le pasó factura la tensión -humana- de tener 19 años, jugar tu primera final ATP y tener al otro lado de la red al mejor tenista en arcilla de la historia. Complicado no estar tenso. Nadal dijo que Tsitsipas es un fantástico jugador pero que ''necesita madurar. Me he dado cuenta muy rápido de cómo debía jugarle para hacerle daño y él no ha encontrado armas para contrarrestarme''. 

Una y otra vez sigue superándose. ''Lo que he logrado es muy difícil. Creo que es algo que ya se está apreciando, pero que se apreciará más todavía con el paso de los años. Si yo lo he hecho, es posible que algún otro jugador pueda 
repetirlo, pero no sé si yo lo veré'', dijo Nadal, acerca de su carrera deportiva. 


''Igual el límite está en 11. Las cosas no se pueden prever y menos en el deporte. Hacer una predicción de lo que puede o no pasar no es válido, hay demasiadas cosas que influyen. Las cosas van bien y en un segundo se pueden torcer, o van muy mal y en un momento se ponen bien. Le tengo máximo respeto a todo lo que puede ocurrir mientras intento valorar todas las cosas que me van ocurriendo. Estoy siempre preparado para que las cosas tomen un rumbo peor, para asumir las adversidades e intentar superarlas'', comentó el número uno del mundo. 

Un número uno ATP que ha mantenido esta semana gracias a su título en Barcelona. El suizo Federer (aunque no pise la tierra batida tampoco esta temporada) está acechando y cualquier tropiezo del español en arcilla (algo, hoy día, casi inesperado) podría devolver el número uno a Roger. Nadal en dos semanas defiende título en Madrid, luego irá a Roma (de donde data su última derrota en arcilla, ante Thiem) y, más tarde, a defender su título en Roland Garros e intentar cazar su undécima Copa de los Mosqueteros. Una locura. 

''Ahora hay que seguir muy centrado, pensando en Madrid, Roma y Roland Garros. Después de Wimbledon ya me tomaré el descanso'', indicó Nadal. La bestia de la arcilla va a por todas. 

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