En 2008 se vivió un partido histórico en Wimbledon. Nadal llegaba a la edición del 2008 con dos finales perdidas, en 2006 y en 2007 no pudo conquistar Wimbledon porque Federer, el rey de la hierba, le superó en ambas. Eso sí, para Nadal a la tercera fue la vencida, pero antes de levantar el título necesitó tirar de épica y de resiliencia en un duelo inolvidable ante Federer. Nadal logró derrotar a Federer en la final del 2008 por 6-4 6-4 6-7(5) 6-7(8) 9-7 en 4 horas y 48 minutos, y con dos parones por lluvia. Es tildado como uno de los mejores —o el mejor— partido de la historia del tenis. ¿Qué mejor 'homenaje' hubiera sido que reeditarlo diez años después?
Cuando muchos nos habíamos ilusionado con ello, llegó Kevin Anderson y nos trastocó el sueño. El sudafricano batió a Federer, remontando un 0-2 abajo en sets y una bola de partido en contra en el tercer set en los cuartos de final (2-6 6-7 7-5 6-4 13-11). Nadal acabó sacando adelante un impactante partido de cuartos con Del Potro (7-5 6-7 4-6 6-4 6-4). El suizo, a casa. Nadal, a semis. No habrá una final Nadal-Federer en este Wimbledon 2018. No ha podido ser.
Es una pena. El tenis es así. Quizá fue muy osado pensar que ambos iban a llegar a la final, o quizá era lo normal pensarlo. La final de 2008 seguirá quedando como algo único y, seguramente, ya irrepetible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario